No hace mucho que el Junior de Cajasol sorprendía a propios y extraños alzándose con el prestigioso Nike International Junior Tournament tras vencer al Stellazzurra en Roma. Un título para el que los sevillanos no partían como favoritos, pero reconoce el arduo y continuo trabajo que caracteriza al baloncesto de formación y confirma a una generación que ya avisó hace dos años, como cadetes, llevándose el Campeonato de España. Desde el banquillo los dirigía entonces y ahora Rafa Monclova (Sevilla, 1973), todo un clásico como base en las categorías FEB de nuestro baloncesto que, retirado como jugador, lleva sus experiencias en las canchas a la cantera del Cajasol.
La primera pregunta es obligada, ¿cómo se siente tras la reciente victoria en Roma?
Evidentemente estoy contento pero por los chicos, por el trabajo que desarrollaron. Para nosotros, más allá del título de un campeonato, lo que nos importa es el verdadero trabajo, la verdadera evolución, la verdadera competitividad. Y la verdad es que lo hicieron muy bien a pesar de haber equipos que entiendo superiores a nosotros, de grandísima calidad como la Cibona, Bayern de Munich, los italianos… Estoy muy satisfecho con el trabajo que hicieron los chicos.
¿Cómo se explica los éxitos de la cantera del Cajasol?
Para mí es muy sencillo. Es estar todos los días ahí, en la planta sótano del Palacio de Deportes con muchas horas de trabajo físico, muchas horas de trabajo técnico, táctico, muchas horas de ilusión, de sufrimiento, de soledad… Es la única receta que yo conozco, la conocí cuando jugaba como profesional y es lo que intento inculcar a mis chicos; y somos muchos los que estamos trabajando para que vayan para arriba, no solo soy yo: hay un ayudante, hay un entrenador físico, hay un delegado, hay fisios, hay médicos, hay tutores de residencia, tutores de estudios académicos… Dentro del organigrama somos mucha gente, les dedicamos muchísimas horas, y los primeros que le dedican muchas horas son los chicos. Han decidido apartarse un poco de esa parte de la vida que por su edad les correspondería para dedicársela al baloncesto. Es el único secreto: muchas horas, muchas horas y muchas horas.

Probablemente sea el más indicado para responder a si podremos ver pronto jugadores sevillanos en el primer equipo de Cajasol.
Tal y como están ahora mismo las canteras, no solo la nuestra sino la de muchos, y con el movimiento globalizador, evidentemente lo que buscamos a priori son buenos jugadores. Nos da igual que sea en Sevilla, nos da igual que sean nacionales o que sean internacionales. Evidentemente, nos encantaría que jugadores de Sevilla pudieran salir a la primera plantilla. Ahora mismo está Guillermo Corrales entrenando con ellos y ojalá en un periodo corto de tiempo se pueda afianzar allí. No depende sólo de nosotros, evidentemente desde la cantera queremos trabajar con ellos y darles todas las herramientas posibles a través del trabajo. Luego hay otro factor, que es de ellos: que tengan la calidad suficiente, que tengan el físico para poder desarrollarse y luego que el entrenador que hay ahora mismo, Aíto o el que esté, le pueda dar la oportunidad. Se tienen que dar esas condiciones. Para nosotros, para la cantera, sería un empujón bastante importante que un jugador estuviese ahí, creo que ahora mismo Corrales es el mejor posicionado, y ojalá se cumpla.
¿No se contradice el concepto de las categorías de formación con la caza de talentos extranjeros?
Creo que todas las canteras y todos los clubes tratan de buscar lo mejor para sus intereses. Para nosotros ahora mismo hay un jugador referente en la ACB que es Kristaps Porzingis, que llega aquí cuando es cadete, prácticamente sin saber jugar, muy verde a nivel físico, y ahora mismo es una de las perlas en la ACB, todo el mundo habla de él, de que puede llegar a la NBA… Es filosofía de club: tal y como está la situación ahora mismo, los clubs no se pueden permitir hacer fichajes costosos, los tienen que intentar sacar de su propia cantera, y en Sevilla no es muy normal ver a chicos de 2.10 o 2.12, incluso es difícil encontrar a chicos de dos metros. Ese baloncesto que ahora mismo está va hacia jugadores físicos y altos a lo mejor no los tenemos aquí y hay que buscarlos en otro lado. Supongo que por filosofía de club, por intentar tirar de cantera, por intentar ahorrar un poco en situaciones económicas para las que es más rentable sacar chicos de la cantera, se están haciendo buenas captaciones a nivel nacional y a nivel europeo o extranjero, y creo que ésa es la base de lo que ahora mismo es el equipo ACB.
¿Qué opinión le merece la creciente importancia de la victoria en estas categorías, y que ha venido provocando situaciones paradójicas como el desembarco de jugadores cotonous o conflictivas fechas de nacimiento?
Estoy de acuerdo con que se dé este debate, pero lo zanjo bastante rápido con lo que respecta a mi trabajo, mi club y nuestro equipo. Nosotros le dedicamos muchísimas horas a la mejora individual y la mejora colectiva. Nuestra meta fundamental es que los jugadores puedan tener una opción de llegar al primer equipo y la ACB. A partir de ahí, nosotros trabajamos muchísimas horas a nivel individual, física, técnica, psicológica y académicamente para que crezcan y tengan esa opción. Esa formación luego hay que verla, ¿y dónde se ve? En las competiciones. A mí no me sirve de nada ver un jugador alto, bueno, técnico y físico si luego, a la hora de competir, no compite. Nosotros nos basamos en todo. No nos supeditamos a eso de decir “lo que queremos es ganar”. Para nosotros es absurdo. Creo que siempre el Real Madrid, Barcelona o Unicaja, a nivel de posibilidades, lo va a tener más cerca; para nosotros lo más importante es que esos chicos lleguen al primer equipo y para que lleguen tienen que tener primero una base técnica, luego una base física, y para mí lo importante es que sean competitivos. El año pasado, nueve de mis doce jugadores estuvieron en selecciones nacionales durante todo el año, lo que quiere decir que individualmente mejoraron, hicimos un buen trabajo. Que luego ganas torneos, ganas competiciones internacionales… es un valor más a la hora de ver si un chico tiene capacidad para estar en el primer equipo.
¿Se ve entrenando en la ACB a corto o medio plazo?
(Sonríe) Me veo entrenando. En ACB, no lo sé. El verano pasado estuve en Brasil colaborando con Lula Ferreira y Jorge Guerriña, dos de los entrenadores más prestigiosos de allí, y me abrieron las puertas. Yo quiero ser entrenador, ahora me toca formarme. Hay gente que a lo mejor termina su carrera deportiva, ha sido jugador y tiene fácil el rápido acceso a un puesto; yo he tenido que empezar desde más abajo, pero el sueño está ahí. Para eso trabajo todos los días y para eso estoy súper ilusionado. Ahora mismo estoy muy feliz en el club donde estoy, estoy muy feliz en el equipo donde estoy; no sé dónde estaré el año que viene, pero de momento estoy muy contento aquí.

¿Es la posición de base la idónea para dar el salto de jugador a entrenador?
No creo que todos los jugadores estén preparados para ser entrenador. No todos los bases están preparados pero sí es cierto, al menos en mi caso, que la función en la pista se asemeja salvando muchísimo la distancia. Siempre se ha dicho eso de que el base es la extensión del entrenador en la pista, y ha habido bases y bases, pero entre sus funciones está la lectura del juego, saber qué es lo que interesa ahora, tener el control del partido, del ritmo... Me ha facilitado la labor como entrenador tener esa experiencia, pero no creo que sea una cosa fundamental. Creo que es muy importante haber jugado porque te da una visión más global e individual de lo que es un equipo, de cómo funciona el mundo profesional -que es muy importante conocerlo-, saber cómo funciona un vestuario… Yo, que he sido jugador profesional durante tantos años, he tenido tantos entrenadores que he tenido clinics todos los días y siempre he aprendido de todos ellos, y es una suerte.
¿Cuál cree que será el próximo fenómeno baloncestístico que explotará en la ACB?
Hombre, Kristaps tiene muchas papeletas… Ya estamos hablando de que Satoransky está consagrado, Joan Sastre está consagrado, Balvin se está consagrando haciendo muy buena temporada, y evidentemente Porzingis es la cabeza visible de todo esto. Pero si me preguntas por la generación de los juniors que están llegando ahora, evidentemente Maksim Salash, que ha sido MVP en Roma, está muy bien posicionado. Creo que es un jugador de mucho talento que todavía tiene que avanzar un poquito más para poder estar en la ACB. Yo siempre digo lo mismo: Ricky Rubio nada más que hay uno. Estos chicos tienen 18 años y jugar en la ACB es muy difícil, tienen que ver su evolución. Y después de Max hay varios jugadores que creo que están llamando: Diego Gallardo, Carlos Hidalgo, Tomeu Rigo, Karl Robin... Ahora mismo son proyectos de buenos jugadores pero su evolución no ha terminado. Todo el mundo habla ahora de Max, de si sigue aquí el año que viene porque tiene un entrenador como Aíto que para este tipo de jugadores es perfecto. Si sigue trabajando como está trabajando, evoluciona físicamente y se dan las condiciones, probablemente pueda desarrollar su carrera en la ACB. Ojalá, porque es un chico que se lo merece y está trabajando muy duro, como el resto de sus compañeros. Kristaps es un jugador con muchísimo recorrido, ya no solo aquí sino si sigue progresando; tal y como lo ves entrenar, es un jugador de los que dices que va a salir para adelante. Creo que Max, de los jugadores que vienen ahora, es el primero en la línea de salida para poder dar el salto.
Y entrando ya en esos jugadores que han dado el salto de la cantera a la Liga Endesa, ¿cómo ha visto la evolución de Burjanadze?
Beka es un jugador tremendamente trabajador. Si está ahora mismo en la ACB es porque se lo ha ganado en cada entrenamiento, cada situación y cada partido. Le está costando porque es el clásico jugador que no puede ser 3 y el 4 le cuesta, pero es un jugador de equipo, le encomiendas una misión y la va a hacer, sabes que se va a pegar con quien haga falta… Está teniendo una opción y me alegro mucho por él, porque es un encanto de persona y un gran trabajador.
¿La de Ondrej Balvin?
Balvin es un chico que llegó muy verde a la cantera y que poco a poco se ha ido dando cuenta de que no es suficiente con medir 2.15. Estamos hablando de jugadores muy jóvenes que aparte de la evolución física y evolución técnica necesitan una evolución mental y Ondrej la ha conseguido. Él siempre ha ofrecido muy buen trabajo, pero no había tenido esa madurez para saber qué es lo que necesitaba entrenar en cada momento, y creo que eso lo está alcanzando con Aíto. Lleva dos años muy buenos, el año pasado dio un pasito adelante y éste se está consagrando como muy buen jugador.
¿Radicevic?
A Radicevic lo conozco un poco menos. Este año sólo juega ACB. Todo el mundo lo veía con muchísimas expectativas y están intentando que las expectativas se cumplan.
Y el último en incorporarse al primer equipo de Cajasol, ¿Guille Corrales?
Guille es un chico que hemos tenido aquí desde infantil, es el referente sevillano que tenemos todos. A nivel de trabajo y disciplina es un fenómeno, ha trabajado muchísimo para tener esta oportunidad. No es fácil llegar, y lo sé por experiencia, de las categorías inferiores a la ACB. La verdad es que todo el mundo está muy contento con él. Nosotros estamos muy contentos con él, Aíto está muy contento... Ahora mismo no está jugando en ACB pero está entrenando con ellos y no baja el nivel; al revés, le pone las cosas difíciles a Satoransky, a Josep Franch… Es decir, que el jugador está capacitado para un plazo en el que el club y entrenador entiendan oportuno. Y de hecho, ya fue oportuno y jugó el año pasado.